(1981-1982).
Av. Bolívar, Pueblo libre.
Encargo familiar
Consolidando la recuperación del diario de la familia (luego de la expropiación de 1971) y dada las nuevas características del mercado, la empresa decide modernizar y mudar sus instalaciones técnicas. La planta presenta una doble imagen de taller (centro y eje de la composición volumétrica) y de oficinas. La expresión es evidentemente tardo moderna. La consciente reducción del repertorio no solo de materiales constructivos sino también de Formas de acento más bien utilitario, compensa con los detalles en concreto y ladrillo caravista. Se establecen relaciones contextuales para conseguir una imagen sobria al exterior y al interior un humanizado espacio para el desarrollo del trabajo. La violencia política de esa década y sobre todo, los grandes cambios ocurridos en la industria gráfica al entrar a la era digital, llevó a modificaciones y ampliaciones en 1988.
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